El cine comienza como un hecho científico, pasando por momentos de profundas experimentaciones artísticas, para después convertirse en un elaborado aparato industrial y el arte por excelencia del siglo XX y además en un fenómeno sociológico de impresionantes dimensiones.
Para 1887 se da en los estados unidos una discusión egocéntrica entre dos banqueros que desean imponer su visión de cómo es que corre un caballo; la tradición pictórica, subjetiva, era incapaz de demorar este hecho, cada pintor, cada representación de estos daba una forma diferente para plasmar el hecho, entonces esta discusión lleva a una apuesta que desemboca en un hecho científico.
Eadweart Muybridge es un científico celebre en el momento por experimentar con el hecho fotográfico como un dispositivo que lleva a la verdad, él es entonces el responsable de organizar un dispositivo cinematográfico que tome secuencias sucesivas de fotos que después se van a configurar en una película que demuestre como es que corre el tal caballo.
Para 1895 nace el cine como una experiencia ritual de carácter colectivo, de la mano de los Hermanos Lumiere, más exactamente de Louis Lumiere. El cine nace como una inocentada un 28 de diciembre (de los Santos inocentes) de 1895 en el Café Indian en París, nace además como un espectáculo de feria que compartía escena con la Mujer barbuda, el Hombre más fuerte, los saltimbanquis y toda suerte de show de vodevil.
Pese al profundo impacto psicológico que la experiencia creaba en el espectador (recordemos la mágica y singular anécdota de los espectadores que corrieron despavorido creyendo que iban a ser arrollados por el tren proyectado) los Lumiere vieron en el cine un fenómeno pasajero de rápida explotación económica, pero nunca imaginaron que su invento se esparciría por el mundo entero y perduraría hasta nuestros días y más allá
